top of page

"Breve reflexión sobre el cristiano y el Día de Muertos"


Las tradiciones y las costumbres son realmente parte inherente de las culturas y por ende, de las diversas naciones alrededor del mundo. El ser humano por naturaleza tiene la necesidad de manifestar su identidad no sólo individual sino colectiva por medio de expresiones materiales que van desde el arte hasta la política; el hombre tiene el deseo de prevalecer en la vida presente.

La celebración a los muertos o el Día de Muertos como se conoce en México (Halloween en Estados Unidos y otras ciudades de América Latina) y que abarca el día 1 y 2 de noviembre. Fechas que son resultado de un sincretismo religioso y también calendárico; es decir, los españoles fusionaron los días de celebración en la liturgia católica de los difuntos y los santos (conmemoración y culto) con la de las celebraciones a la muerte de los pueblos mesoamericanos precolombinos; dando como resultado lo que hoy conocemos como Día de Muertos.

La pregunta en esta breve reflexión para los que nos hacemos llamar cristianos (y enfatizo en discípulos de Cristo) es si es correcto, bueno o sano participar nosotros de esta festividad tan tradicional de nuestras diversas naciones o en su defecto, si es correcto tomar parte de la celebración de manera activa portando disfraces o de manera pasiva, dando dulces o colocando ofrendas a los difuntos.

No me atrevo a responder bajo mi opinión, ni bajo un criterio religioso no racional; sino con la misma Palabra de Dios que es la única con la autoridad de enseñar y corregir (2 Timoteo 3:16) nuestra manera de pensar y actuar; por ello puedo apelar primeramente a los siguientes puntos:

  1. Si hemos nacido de nuevo; entonces, todo lo viejo (manera de vivir, pensar y actuar) ha quedado atrás porque somos nuevas criaturas en Cristo. (2 Corintios 5:17)

  2. Si hemos nacido de nuevo, ya no actuamos bajo nuestra razón terrenal o bajo la sombra de nuestra mente carnal, sino conforme a Cristo. ( Romanos 8:5 / 1 Corintios 2:16)

  3. Si ahora somos hijos de Dios, entonces andemos como tales; es decir, que todo lo que hagamos aún en lo más mínimo sea para glorificar a Dios. (1 Corintios 10:31)

En estos tres puntos me enfocaré brevemente. Si ya hemos nacido de nuevo por medio del Espíritu Santo, entonces todo lo viejo, nuestra vida carnal y mundana, ha quedado atrás y de igual forma todo lo que conlleva en sus manifestaciones carnales. Si hemos nacido de nuevo, nuestro culto es al Dios vivo y no a la muerte ni sus expresiones multifacéticas. Nuestra manera de vivir, de pensar y actuar ya no están bajo el esquema del mundo, sino bajo el gobierno de Dios.

Si hemos nacido de nuevo te puede hacer la siguiente suposición: si he sido regenerado y ahora tengo la mente de Cristo ¿Es racional y agradable a Dios celebrar algo que ya ha sido vencido y además que va en contra de la naturaleza misma de Cristo? Medítalo y toma una decisión sabiamente para que tus actos no sean desagradables a Dios.

Si ahora, por gracia Dios nos ha aceptado como sus hijos, andemos como lo que somos; no religiosamente condenando a todo el que practica dichas celebraciones (dentro o fuera del cuerpo de Cristo) porque todos los que hemos sido llamados a la regeneración actuamos, pensamos y hablamos para glorificar a Dios y no a nuestra carne o a las cosas del mundo. Seamos ciertamente luz en medio de las tinieblas y no por medio de la religiosidad y la condenación; sino por medio de la práctica de la fe racional y del amor que Dios nos ha dado.

Este tipo de celebraciones, bien las podemos utilizar para meditar en nuestra fe, en dónde estamos parados (2 Corintios 13:5) y si realmente somos aprobados por Dios mediante Jesucristo. A final de cuentas, el mundo hace lo que el mundo hace por su naturaleza caída y pecaminosa; pero en nosotros está poner el ejemplo con amor y siendo luz por medio del alumbramiento del Evangelio.

Si aún tienes dudas si te vas a disfrazar, si vas a poner ofrenda a los muertos, si vas a adornar y regalar dulces desde la puerta de tu casa, piensa en el siguiente versículo y pide al Espíritu Santo que te de ese entendimiento para comprender la voluntad de Dios. La muerte fue vencida, no hay más autoridad (por voluntad prescriptiva de Dios) sobre los hijos de Dios. ¿A quién le rindes culto?

“No vivan según el modelo de este mundo. Mejor dejen que Dios transforme su vida con una nueva manera de pensar. Así podrán entender y aceptar lo que Dios quiere para ustedes y también lo que es bueno, perfecto y agradable a él.”

Romanos 12:2 (PDT)

Si este mensaje te edificó, compártelo a tus amigos. ¡Gracias!

Artículos Recientes
Archivo
Temas
No hay tags aún.
Sígueme
  • Facebook - Black Circle
  • Twitter - Black Circle
  • YouTube - Black Circle
bottom of page