"Rusia: entre el dólar y el petróleo"
- Rodrigo Rivera
- 28 sept 2015
- 4 Min. de lectura

La situación económica y financiera del sistema internacional en estos días, no es muy buena (al menos no para la mayoría de Estados y mercados) y mucho menos para la Federación Rusa que está buscando diversos instrumentos económicos que le permitan salir del hoyo.
Uno de los sectores estratégicos para Rusia es el mercado del gas y petróleo, pero el mercado de éstos es cada vez más competitivo (mayor oferta) y por lo tanto los precios han ido descendiendo poco a poco, hasta alcanzar mínimos comparables con los del 2008 (menor a 55 dólares por barril según el precio internacional) y que para Moscú ha sido un golpe recio a su economía y a la financiación de sus principales programas estratégicos del gobierno como lo es el de la milicia.
Las negociaciones y la alta diplomacia que ha manejado la Cancillería rusa con China le han sido de gran provecho para afianzar su mercado de gas y de petróleo. Tan sólo en el mes de mayo, Moscú logró firmar con Pekín grandes acuerdos de abastecimiento de gas por parte de Gazprom al gobierno chino con un contrato de 30 años y un abastecimiento inicial de 30 mil millones de metros cúbicos de gas al año y se pretende sean 100 mil millones; lo que permitió al Gobierno ruso asegurar ingresos mediante este sector estratégico. Almenos hasta que China, así lo decida.
Debido a las sanciones impuestas por Europa a Rusia por el CC (Caso Crimea) la diversificación de sus compradores ha disminuído en el caso del gas pero que ha asegurado su venta con el gigante asiático y de igual forma con el petróleo. El oro negro ahora ha sido uno de los fuertes de Moscú, ha superado en bombeo y venta a Arabia Saudí, Arabia Saudí fungía como el principal exportador de barriles negros a China pero ahora Rusia le ha superado con una entrada de 927.000 barriles diarios a Pekín, mientras que el Reino de Arabia disminuyó su venta hasta en un 42% este año.
Rusia seguirá buscando fortalecer su balanza comercial de una u otra forma; no está buscando elevar el precio del crudo puesto que se ha negado junto con Arabia a aumentar el precio, pero lo que si está esperando es que China mueva sus piezas para descontrolar el sistema financiero, por ende; buscar que el dólar suba y el precio de sus exportaciones también, pero que quizá ésto podría perjudicar a Moscú por la depreciación que ha estado sufriendo desde diciembre del año pasado.
¿QUÉ PASA CON EL PETRÓLEO, EL RUBLO Y EL DÓLAR?
Hay dos escenarios dentro de la ecuación: 1) Si Rusia mantiene un rublo depreciado (el cual no tiene interés alguno el gobierno ruso de intervenir en su apreciación) tendrá mejor ganancias al exportar sus recursos estratégicos, pero el dilema radica que con las sanciones por parte de EE.UU. y Europa está limitando sus exportaciones lo que daría como resultado un estancamiento en sus exportaciones y por lo tanto golpearía su estructura económica.
2) Si Rusia mantiene un rublo depreciado y cuenta con mercados en los cuales pueda exportar, entonces el juego de Putin estará funcionando. En este caso tiene aseguradas sus exportaciones con China con sus diversos contratos tanto gasíferos como petroleros, pero en caso de que China comience a entrar en la línea del declive por la ralentización de la economía internacional, el plan del Presidente ruso no funcionará del todo bien y menos si se agregará nuevamente un gigante de la exportación de petróleo en Asia; es decir, Irán.
Por ende Putin deberá manejar bien sus cartas y el juego financiero y económico a nivel regional e internacional está más que caliente, es vólatil y sin lugar a dudas la economía rusa podrá fortalecerse mediante dos opciones: A) El mercado petrolero estará obligado a fortalecerse mediante la elevación de la demanda a causa del consumo natural de los países o en su defecto, el estallido de una guerra que demande mayores número de gas y petróleo y bien tendría que ser una guerra de escala internacional para que funcione la fórmula como en muchas ocasiones en la historia se ha podido apreciar. Situación que veo poco probable, al menos a corto y mediano plazo. B) La otra opción es la retirada de las sanciones por parte de EE.UU. y Europa por el CC para que Rusia permenzca en los mercados europeos sin tope y sin límites para su distribución y venta y a su vez, que se disminuya la oferta de petróleo por parte de otros Estados y que se pueda equilibrar el precio del petróleo a nivel internacional; situación que también es compleja ya que no todos los Estados están dispuestos a subir el precio del barril o en su defecto, disminuir su producción.
Rusia debe estar alerta, tiene la situación del Estado Islámico próxima a sus territorios del sur, donde los movimientos radicales pueden unirse al frente en Iraq. Está la ya desgastada situación en Ucrania, de igual forma está en juego los intereses de Rusia con Irán y su alianza para el manejo de las rutas estratégicas por el Mar Caspio. Hay que tomar en cuenta inclusive lo que pasará en China tras el comportamiento de su moneda, las tensiones en la Península coreana, las futuras elecciones en Estados Unidos, el caso de Grecia y a su vez la expansión de la OTAN por el cerco de seguridad de Rusia. Todos estos factores y escenarios, son preponderantes para la toma de decisiones del Kremlin y efectivamente, sus decisiones tendrán una alta relevancia en el comportamiento de sus estructuras económicas y financieras, lo que a su vez, repercutirá en la toma de decisiones a nivel internacional. Y creo firmemente que el BRIC seguirá siendo un sueño de ser alternativa económica y financiera para el mundo y la Unión Euroasiática no le veo la fuerza que necesita para impulsar la economía regional o del cinturón de seguridad ruso, por lo menos no en estos próximos semestres.
Comentários