top of page

"El paralelismo de hoy: realidad vs. virtualidad"


¿Cuántos revolucionarios en las redes sociales conoces? ¿Cuántos han transformado a su país desde el trono de su sillón y el cetro de su mouse? A veces creemos que cambiamos la atmósfera social mediante las publicaciones y la difusión excesiva de algo que parece no importarle a alguien, al menos en México no ha trascendido.

El click es el maravilloso instrumento en las redes sociales (desde el retuit hasta el like en FB) de la demanda, una voz que se resguarda en el silencio de las computadoras y los móviles; cada uno a la voz del "tren del mame" que funge inteligiblemente como el portavoz del aquí. y ahora..o ayer.

El paralelismo en el que vivimos ahora como sociedad nos ha convertido en defensores de las "causas justas" desde internet y en peculiares elementos que forman parte de la inalcanzable gloria del cambio y la transformación; ahora parece ser que el filtro de la realidad es la virtualidad, en donde todo llega a ser perfecto, ilusorio y banal. Muchas emociones, pocos cerebros y mucha información que suele ser inservible.

¿Por qué lo llamo paralelismo? Porque bien la definición nos muestra que es una figura literaria donde diversos factores o elementos son constantes,similares y repetitivos pero hay una partícula de esta estructura que cambia entre ambas partes. Así es, el paralelismo que aplico entre la realidad y la virtualidad es la estructura en la que vivimos hoy día; donde la partícula que los hace diferir es la pasividad real y la hiperactividad virtual.

Esos elementos que caracterizan al tradicional usuario de las redes sociales; el emocionalismo, la pasión, la motivación, el deseo y la euforia de transformar todo, de cambiar, de compartir, de dar, de presumir, de ser al fin de todas las cosas, lo que siempre ha querido ser, pero alejado o alejada de la realidad, esa realidad que muchas veces lastima, duele y decepciona.

La realidad misma nos ha ofrecido un nuevo estilo de vida que nos ha empujado hacia lo efímero de un monitor, de una cantaleta de teclas y un controlador que "mueve" lo que soy a través de un click. Somos víctimas y victimarios de lo que hemos construido, somos la plataforma perfecta para un sistema inconmovible que se halla al alcance de un "abracadabra".

Queremos transformar "el mundo" compartiendo información, saturando a todos de lo que uno lee, de lo que uno sabe y cree que sabe (me permitiré hacer eso con este artículo); somos esos navegantes del todo en la nada, somos pasajeros de un tren que no tiene fin, que acelera al vapor de la novedad y muchas veces de la estupidez; nos hemos montado en un sueño que parece real, pero que cada vez se aleja más y más de la identidad real de todas las cosas...la vida misma.

Hay que dejar de abandonar lo que somos para entender lo que queremos, queremos grandes cambios y grandes transformaciones a nuestro alrededor, pero no son (soy) capaz de mover un dedo para crear nuevas estructuras fuera de la virtualidad, fuera de lo que parece ser y no es, abandonar la retórica del comentar, compartir y difundir como pandemia lo que es "interesante" e "importante", es tiempo de aparecer en la escena de la materialidad, de lo que es tangible más allá del sentimiento y la "potencialidad" de los dedos en la computadora o el celular.

Si vamos a navegar por el mar de la nada, hay que hacer que todo tenga un sentido y un valor; invadamos nuestras plataformas virtuales y digitales de lo que en verdad importa (entiendo y sé que a veces la importancia radica en la crisis existencial de cada uno pero no abusemos) y lo que bien podría servir para modificar lo que somos desde la trinchera de la luz interminable: la tecnología.

Tengamos sentido de responsabilidad no sólo en la sociedad - si es que existe- sino en el espacio el cual casi todos habitamos día a día; transformemos ese espacio y hagámoslo útil, refundemos un espacio sin contaminación, sin basura digital, que se propaga e invade nuestros espacios esenciales, que entorpece el vivir en la grandeza del vecindario tecnológico.

Hagamos del paralelismo desfasado por esa partícula irritante, un paralelismo equidistante, equiparable y semejante; si somos afuera, hay que ser "adentro"; si somos verdad en la realidad seámosla también en la virtualidad de nuestra tecnología, hagamos un cambio y reivindiquemos el uso de las plataformas de tal manera que seamos coherentes en el sentir, en el pensar y el hacer.

Artículos Recientes
Archivo
Temas
No hay tags aún.
Sígueme
  • Facebook - Black Circle
  • Twitter - Black Circle
  • YouTube - Black Circle
bottom of page